Los partidos pequeños suelen conservar sus principios; los grandes venderse y traicionar
Cárdenas renuncia al PRD
Pedro Echeverría V.
Rebelión
1. Cuauhtémoc Cárdenas renunció ayer a su creatura: el Partido de la Revolución Democrática (PRD) mexicano, fundado por él en mayo de 1989 como culminación de las protestas contra el fraude electoral que dio el triunfo a Carlos Salinas, candidato Presidencial del PRI e impuso la derrota al mismo Cárdenas en julio de 1988. Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y otros más –al renunciar al PRI y lograr el apoyo de la centroizquierda o socialdemocracia- crearon ese partido que durante 25 años se ha mantenido como el tercer partido electoral, sólo superado en votación y en sus años de vida, por el PRI (fundado en 1929 como PNR) por Plutarco Elías Calles y el PAN integrado por Manuel Gómez Morín en 1939.
2. Cárdenas ha sido una figura política en México por ser hijo del general Lázaro Cárdenas quien fue presidente de la República de 1934 a 1940, distinguiéndose por ser el único presidente de centroizquierda al haber nacionalizado el petróleo, haber creado ejidos colectivos en tierras privadas y por abrir las puertas del país al refugio de republicanos españoles. Ello impulsó a Cuauhtémoc a ser senador y gobernador del PRI en los setenta y con esa personalidad cuestionar a su partido por abandonar el camino del "nacionalismo revolucionario" y adoptar el programa "neoliberal y privatizador". Fue creador, presidente del PRD y tres veces candidato presidencial de esa corriente en las elecciones de 1988, 1994 y 2000.
3. El PRI –que gobernó 70 años- nació grande porque fue el heredero directo de la Revolución Mexicana de 1910-17 y como un partido de ricos, clases medias y pobres, dominado por el gobierno y los caciques de cada estado o región. Elías Calles, quien durante su gobierno en 1924-28, impuso una orientación populista en nombre de la revolución, así como una ideología anticlerical que lo llevó a confrontarse con la iglesia católica (1926-29) al fundar ese partido, que sería el "oficial", buscó unificar todas las fuerzas y partidos del país; los principales fueron el partido Fronterizo de Tamaulipas; el Partido Socialista del Sureste de Yucatán, el de Tabasco, Jalisco y otros que estaban movilizados y había que controlar.
4. El PAN, por su parte, nació de una fracción derechista del gobierno callista al que pertenecía el abogado consultor y creador de bancos, Gómez Morín. Escribe Krauze: Gómez Morín fue uno de los cerebros fundamentales de la rehabilitación hacendaria y bancaria. En 1925 Calles inauguró el Banco de México y lo nombró presidente del Consejo de Administración. Sin embargo el PAN nació hasta 1939 combatiendo la política cardenista que había expropiado el petróleo, las tierras de los hacendados, rota relaciones con Franco y hablaba –aunque demagógicamente- de "educación socialista". El PAN apoyaba también a la iglesia en sus protestas contra los gobiernos del PNR-PRM-PRI al que consideraba "comunista".
5. El PRD pretendió unir a las izquierdas pro electoreras que de inmediato cayeron en el juego oportunista haciéndose diputados, así como ocupando otras ventajas que el gobierno abrió en 1977: subsidios, medios de información. Desde ese año se empezaron a conformar las llamadas corrientes políticas que luego se transformaron en "tribus" o bloques con el único objetivo de impulsar a sus fieles integrantes a ocupar cargos. Todos debían pertenecer a una "tribu" para aspirar a un cargo o a ciertos privilegios; así se conformaron unas 50 de ellas. Ese fue el proceso que en 25 años hizo del PRD un apéndice del PRI y del PAN, aunque ya con el dominio total de la corriente de los llamados "chuchos" en los últimos 10 años, no tuviera vuelta.
6. Aunque nunca he participado en procesos electorales, durante 54 años los he seguido de manera puntual; con mucha mayor precisión la participación de los partidos y grupos de la socialdemocracia y sus seguidores, porque han sido paralelos a los movimientos sociales como la CNTE en que me he integrado. He visto desaparecer a decenas de partiditos y grupos radicales, así como a varios cientos de mis amigos ingresar al PRD; los he observado como diputados, senadores o funcionarios en la ciudad de México. La realidad es que nunca les he visto cara de satisfacción política, aunque sí económica por los salarios y privilegios que gozan. Quizá les dé vergüenza por el rumbo ideológico que han adoptado, pero sus viajes, los restaurantes y su cartera, los reconfortan.
7. Así que la renuncia de Cárdenas a su creatura es intrascendente porque el PRD, como todos los partidos que logran mucha fuerza, son parte del Estado capitalista y se convierten en su resguardo. Contrario a ello, en los pequeños partidos de 20 o cien militantes puede haber honestidad, democracia, sinceridad, solidaridad; pero cuando crecen el Estado los absorbe, los compra o los destruye. Por ello los anarquistas siempre se opusieron a grandes organizaciones, a líderes autoproclamados y permanentes, a cualquier jerarquía o negociación, sobre todo a cualquier poder. Ellos plantean que debe haber miles de organismos pequeños, independientes, no fijos o permanentes que se coordinen para batallas concretas contra el poder.
--
Capitalismo necropolítico y Ayotzinapa
Luis Arizmendi
Rebelión
Ayotzinapa evoca Auschwitz. Esta impactante formulación expresada por Poniatowska, establece un paralelismo que no es una alegoría. No debe ser tomado a la ligera. Ayotzinapa no es simplemente Ayotzinapa, es la ventana a una época. Pone al descubierto, en todo su horror, la nueva configuración por la que atraviesa México: el capitalismo necropolítico. Posiciona la política de muerte como fundamento de aceleradas y decadentes formas de acumulación por desposesión. Ayotzinapa ha despertado una protesta peculiar: la primera lucha nacional contra el capitalismo necropolítico.
Si se periodiza críticamente la historia de México en las últimas décadas, emerge que es el desenlace de una trayectoria que ha pasado por el capitalismo cínico y el capitalismo narcopolítico.
A fines del siglo pasado, la mundialización capitalista le dijo adiós al Estado liberal, que había operado en el Sur y en el Norte, impulsando, para control de lo que Wallerstein denomina "clases peligrosas", el ascenso del estándar de vida y la soberanía nacional. Entre 1982-88, México se integró a esa tendencia, instalando el mismo mecanismo que poco antes se estrenara en Argentina mediante la dictadura militar: la acumulación por desposesión del salario nacional como fuente de tributo para pagar deuda externa. En menos de seis años, décadas de desarrollo social fueron duramente revertidas. Para 1987, el salario mínimo real se ubicó en su nivel más bajo desde 1951. Enormes masas de riqueza que originariamente conformaban fondo social de consumo, fueron recanalizadas para integrar fondo capitalista de acumulación. Nació una configuración del capitalismo que, no cabe llamar "neo-liberal", sino más bien cínica. El establecimiento de la acumulación por desposesión dejó atrás la promesa del progreso para todos. El mercado pasó a definir los heridos y los muertos.
Entre 1988-2006, la economía criminal, que siempre ha acompañado la historia del capitalismo, creció a través de un abanico cada vez más amplio de modalidades que instalaron un tejido creciente entre diversos conjuntos de la clase política y la economía criminal: emergió el capitalismo narcopolítico. En el inicio, en ciertos lugares, se edificó cubriendo funciones –como construcción de escuelas o carreteras– abandonadas por el Estado. Pese a que la ONU informó, en los primeros años del siglo, que México importaba efedrina en tal magnitud que exigía que todos los mexicanos estuvieran enfermos de gripa todo el año, se empezaron a tomar medidas hasta 2005, cuando la economía criminal mexicana ya tenía fábricas y contratos en Asia.
De 2006 en adelante, sucedió la transición al capitalismo necropolítico. Una transición germinada en las décadas previas, se consolidó. La política de muerte como fundamento de inéditas formas de acumulación por desposesión se expandió: la esclavización de migrantes en la frontera sur, la trata de blancas, el despoblamiento seguido por repoblamiento dócil de zonas con recursos naturales estratégicos o, como en Michoacán, la imposición de tributo por circulación de mercancías, circulación de personas y hasta por metro cuadrado de casa habitación, se volvieron fuentes múltiples de un nuevo tipo de renta: la renta criminal. Tremenda concentración de riqueza privada imposible si no fuera por el establecimiento violento de la acumulación por desposesión basada en la necropolítica. Su expresión más sórdida: el país esta lleno de fosas.
La economía criminal nunca había conformado corredores estructurales de tanto peso para la acumulación nacional y global. Su alcance es tal que Edgardo Buscaglia calcula que los cúmulos de capital derivados de la renta criminal se entrecruzan con negocios legales para corresponder al 40% del PIB nacional y se mueven en la economía mundial a través de una red actuando en 47 países. La economía criminal que opera desde México es de las más poderosas del siglo XXI.
Ayotzinapa ha activado una lucha inédita en la historia nacional con impactos internacionales. Su dolor es el mirador a un tiempo ominoso e inadmisible. El bloque histórico en gestación al que convoca podría cambiar el futuro. Es sumamente plural. Suscita una abierta convergencia de los más diversos sujetos: estudiantes de universidades públicas y privadas, obreros, campesinos, artistas, feministas, católicos, monjas, krishnas, agnósticos e indígenas. Su justo reclamo ha motivado manifestaciones en decenas de ciudades en Europa, Sudamérica y EU. Los padres de Ayotzinapa tienen espejos en Argentina y Bolivia. Recuerdan a las madres de la Plaza de Mayo. La lucha requiere ser pacífica para mantener en curso la cohesión y desarrollo del bloque histórico que está naciendo en oposición al capitalismo necropolítico. Bolivia ya demostró que las movilizaciones pacíficas si logran transformar el sistema político. El México del siglo XXI se merece una historia alternativa, está convocando a democratizar el país y sus instituciones.
--
Periodismo en tiempos macabros
El horror como mercancía noticiosa
Fernando Buen Abad Domínguez
Rebelión/Universidad de la Filosofía
No se trata de una "novedad" de ocasión, muertos, heridos y desaparecidos -a raudales- son una constante del paisaje macabro orquestado por la terquedad asesina del capitalismo para adueñarse de las riquezas naturales, del trabajo y de la conciencia de todos los seres humanos. El Apocalipsis en "cámara lenta". Son siglos de estulticia y crimen convertidos en industria bélica además santificados por los bancos y por un empresariado global cómplice carroñero de asesinatos masivos y a mansalva. Es el capitalismo y su sed de barbarie. ¿Es eso una noticia nueva? Sálvense las excepciones que puedan salvarse.
En su mayoría más abrumadora, las industrias de la noticia han sido también coparticipes del crimen cometido por el capitalismo porque han cumplido con su rol como asesinas de la verdad en público. A pesar de su "prestigio" auto-producido, de que se auto-premien y auto-aplaudan; que se digan "decanas del periodismo", "paradigmas de la objetividad" y del buen juicio informativo… lo cierto es que un resumen en perspectiva sobre el rol de la prensa en los siglos que el capitalismo lleva depredando al mundo, es realmente bochornoso. Una vergüenza nutrida por episodios infinitos de corrupción, connivencia criminal y servidumbre mercantil al "delito de lesa humanidad" que es saquear, explotar y enajenar a los pueblos.
Y una de las peores consecuencias de esa "industria de la noticia" basada en mentir, con formas sofisticadas, consiste en fabricar "escuelas" (en todos sus sentidos), en esparcir sus gérmenes ideológicos entre un séquito de "periodistas" acríticos, mansos y serviles, que reptan por todo el planeta haciendo metástasis de su estulticia y de su servilismo periodístico. Dan cátedras, publican libros, enciclopedias y manuales, promueven talleres, seminarios y coloquios. Todo eso mientras ocurren los crímenes del capitalismo, sus fraudes políticos, los robos de los banqueros, los saqueos desde las empresas trasnacionales y el exterminio lento y largo de la clase trabajadora bajo el peso descomunal de la "legalidad" burguesa. En la prensa ni una palabra. Muchos egresados de las escuelas del periodismos burgués exhiben con orgullo las cicatrices de su cerebro donde han sido obturadas todas las capacidades críticas. Una monstruosidad con títulos universitarios para salir en la "tele" de sus amos.
Ejercer el trabajo periodístico con la razón anestésica como editorial oculta, es traficar la ideología del amo a costa, incluso, de los intereses laborales del "periodista". Se convierten en sirvientes de una máquina de guerra ideológica que cierra toda posibilidad de entendimiento crítico sobre las barbaridades que ocurren y sobre las barbaridades con que se "informa" al "público", al "consumidor" o a la "audiencia". Nunca a un interlocutor igual a quien se habla. Pero se hacen los "objetivos", los "neutros"… ponen carita "inocente" y defienden como fieras su "derecho" a travestirse como seres informativos "autónomos" o "independientes". Falacias todas de mercado con que se domestica una masa de profesionales que no pueden, que no quieren y que no se interesan por trasformar el mundo que, también a ellos, explota y aplasta.
Incluso en las "mejores intenciones", hace falta una herramienta autocrítica muy ágil y muy penetrante. Nadie está a salvo si vive en las cloacas del periodismo mercantil acariciando la primicia que lo llevará a la gloria salarial y a la fama entre crápulas. Algunos codician reportajes sobre un buen muerto (o un grupo de ellos) jugoso en amarillismo y suculento para el morbo mediático. Otros anhelan un buen chisme, un episodio escandaloso donde la estrella sea el que pone el micrófono ente los protagonistas más convenientes a la lógica de raiting que calienta las pantallas para una tanda de publicidad postrera. A eso le llaman, orgullosamente, "periodismo". Y se aplauden entre ellos y algunos de sus familiares.
A eso nos han acostumbrado en México, por ejemplo. A eso nos han sometido inconsulta e inclementemente durante décadas y más décadas. Los monopolios de la "información" atacan a los pueblos diariamente con sus metrallas de mentiras y "noticias" tendenciosas en las que nadie se salva de complicidad estructural y sistémica en la lógica de mercantilizar el horror. Como si fuese eso un logro profesional. Cada episodio macabro es presa de jaurías "periodísticas" que sale a carroñar su pedacito de gloria "informativa" arrancada de las fauces de la injusticia, la impunidad o el desamparo social. Y lo pasan por la tele.
No vamos a quedarnos callados ante este crimen de "lesa humanidad" no tipificado por las "convenciones éticas" ni de los "derechos humanos" de las oligarquías. No nos silenciarán las jaurías burguesas por más que nos ignoren o nos criminalicen por ejercer las capacidades y derechos democráticos de la critica social. No vamos quedarnos callados ante la barbarie del periodismos mercantil que a mansalva arrasa con la verdad y siembra su discurso miserable, mezquino y retrógrada para cobrar unos pesos y ganar palmaditas de sus amos. No vamos a quedarnos callados por el simple y llano hecho de que el silencio, en este como en muchos casos, nos hace cómplices.
--
Peña Nieto (y Mancera) provocadores y escarmentadores del Estado represor
Miguel Ángel Adame C.
Rebelión
En ocasiones como la presente se hace visible la violencia estructural del sistema […]. El régimen había exhibido parcialmente la violencia latente; había usado el miedo y la violencia institucionalizada como herramientas para el disciplinamiento social, logrando una cierta adhesión pasiva de sectores de población que más bien se asemejaba a una sumisión servil […]. La violencia practicada desde el poder para conservar las injustas estructuras en beneficio de unos pocos es producto de la falta de razón. La violencia institucionalizada es la irracionalidad social exacerbada. Atrapado, desenmascarado por los hechos de Atlatlaya e Iguala, el régimen ha quedado desnudo. Las fuerzas del orden exhibidas. Con base en recursos demagógicos, sofismas y mentiras, Peña y sus acólitos en los medios pretenden dividir a los mexicanos entre buenos y malos, pacíficos y violentos. Llaman orden al desorden, paz al miedo, justicia al hambre y desarrollo al desempleo. Buscan seducir, persuadir, ablandar, y usan agentes provocadores y propaganda negra como bandera falsa para "legitimar" detenciones arbitrarias y sembrar un terror paralizante entre los jóvenes. Quieren desactivar el descontento, la protesta, la rebeldía; la digna rabia y la contraviolencia de los de abajo […] ante la violencia estructural y su corolario, la violencia institucionalizada.
Carlos Fazio
Para describir política y diplomáticamente la situación actual que vive concretamente la presidencia de la República, y de manera más general, su gobierno, encabezado por Enrique Peña Nieto, se han utilizado varios términos semejantes y, de alguna manera, complementarios: deslegitimado, desprestigiado, arrinconado, desesperado, acorralado, atrapado.
Tiene pocos meses (febrero de 2014) de que lo medios conservadores periodísticos publicitarios, representados por la Revista norteamericana Time, le concedieron la portada bajo el cristiano lema de Saving Mexico; y en sendas entrevistas a sus secretarios de Gobernación y de Hacienda los llamaron en este mismo medio "Comité para salvar México". Igualmente en su visita a Estados Unidos la fundación interreligiosa La Appeal of Conscience le entregó, el "Premio Estadista Mundial 2014" por su liderazgo y por tomar decisiones que han dado un "decidido impulso hacia adelante a su país y a su pueblo"1. Michael Crowley en el Time internacional consigna en su entrevista a Peña Nieto que éste se concibe a sí mismo como "un fresco y joven reformista"2. Todos los organismos y agencias mundiales del capitalismo neoliberal estaban de plácemes con la imposición al pueblo mexicano del segundo ciclo de reformas neoliberales logradas en un año por su gobierno a través del "Pacto por México". Especialmente el gobierno y las trasnacionales norteamericanas que veían que nuevamente se le ponía "la mesa servida" para sus neo-negocios y neo-dominios. Así es como Barack Obama declara en ese mismo mes que: "Un México pujante pondrá viento en las velas económicas de Estados Unidos y reducirá aún más el número de migrantes que cruzan la frontera de manera ilegal".
La matanza con tiros de gracia de Atlatlaya (Estado de México), la madrugada del 20 de junio de 2014, de jóvenes supuestamente delincuentes, a manos de miembros del ejército mexicano y la manipulación de la escena por parte de los militares asesinos empezó a crear dudas de la actuación de esa agencia militar sustento primordial de los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y de Enrique Peña.
Pero fue a raíz del 27 de septiembre de 2014, un día después de la masacre de Iguala de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que las cosas comenzaron a cambiar para Peña Nieto y su gobierno. Su falta de reacción, su incapacidad para dar respuestas, su lavado de manos inicial, su contrarreacción tardía, débil, evasiva y timorata mostraron su verdadero rostro (el de él, el de su gobierno y el del Estado neoliberal criminal mexicano3). Las acciones y movilizaciones populares masivas encabezadas por los normalistas que sobrevivieron y por los padres de los secuestrados-desaparecidos, le arrancaron su guapa y altanera máscara: apareció la calavera con su guadaña4. Este suceso retrata con exactitud el cambio que sufrió en la percepción internacional de las élites en unos días el estatus de Peña Nieto y su gobierno. Un titular periodístico atina en señalar lo sucedido: "A Peña Nieto se le cayó el show del Saving México"5. Inmediatamente aparecieron las declaraciones y las opiniones de preocupación y luego de alarma en torno a sus capacidades antes alabadas. Ni la entrevista que tuvo el presidente el 29 de octubre en la casa oficial con los padres y familiares de los 43 desaparecidos y los jóvenes muertos lograron calmar las cosas; por el contrario, ante incumplimientos de acuerdos signados en los Pinos y las tácticas desviacionistas hacia la búsqueda con vida de los desparecidos, los familiares y un buen sector de la sociedad mexicana agraviada después de más de 30 años de neoliberalismo extremo en México, aumentaron sus exigencias de presentación con vida de los secuestrados por el narcoEstado militar-policial mexicano: ¡vivos e los llevaron, vivos los queremos! El montaje preparado por el titular de la PGR Murillo Karam para demostrar que los estudiantes desparecidos habían sido calcinados por el grupo de sicarios "los guerreros unidos", y para justificar la gira presidencial al extranjero (9 al 15 de noviembre), le echó más diesel al fuego de la indignación y el hartazgo contra el gobierno. Justo en el momento de su partida se extendió como reguero de pólvora la noticia de la adquisición por parte de la pareja presidencial de una casa superlujosa valuada en 7 millones de dólares de la en la zona superexclusiva de la ciudad de México conocida como Las Lomas de Chapultepec. El vocero presidencial quiso aminorar el escándalo pero lo que hizo fue la opinión pública asociara esa casa a actos corruptos de Peña Nieto y de su esposa Angélica Rivera, la actriz exclusiva del consorcio televisivo que impulsó y apoyó la candidatura de su marido.
Presagios de la mano dura y la cara maquillada
Después de su viaje internacional a China y a Australia, Peña Nieto puso inmediatamente manos a la obra al ver que el enardecimiento social seguía y ahora él y su familia estaban señalados de enriquecimiento ilícito. Lo primero que hizo a su llegada a México fue advertir y amenazar a las protestas sociales y al periodismo denunciador al endurecer sus discursos declarando cosas como las siguientes: "El Estado está legítimamente facultado para usar la fuerza y para restablecer el orden", "no se pude permitir los actos de la violencia o de vandalismo, y más cuando afectan derechos de terceros". Unos días después manejó la hipótesis de los grupos desestabilizadores, de la siguiente manera: " Al amparo de esta consternación social que hay por los hechos de dolor y de horror (...) hemos advertido los movimientos de violencia que, al amparo y al escudo de esta pena, pretenden hacer valer protestas que, a veces, no está claro su objetivo". "Pareciera que respondieran a un interés general de generar desestabilización, de generar desorden social y, sobre todo, de atentar contra el proyecto de nación que hemos venido impulsando"6.
Mientras tanto la pareja presidencial se afanó inútilmente en aclarar el caso de la propiedad de la Lomas llamada popularmente "La casa blanca"; esta vez la protagonista fue la actriz y primera dama Angélica Rivera que a través de la difusión televisiva de un video previamente grabado trató de justificar, a partir de sus ingresos de años de trabajo en Televisa, la compra de ese multimillonaria mansión, y terminó su alocución diciendo que vendería dicha propiedad. Las actitudes mostradas por la "primera dama" no convencieron a nadie más que a su marido y los días siguientes el video-clip y su contenido fueron objeto de mofas, de desmentidos y de contra-videos en las redes virtuales. Mientras tanto los discursos del presidente insistían en la condena a los desórdenes y en el imperio la fuerza del Estado y del estado de derecho, al tiempo que desde su experiencia de estratega represor de Atenco (2006) preparaba su plan para iniciar la contención social mediante el amedrentamiento, la infiltración y la brutalidad policiaca. En efecto, el tradicional desfile militar en el Zócalo capitalino se suspendió y Peña Nieto y su Gabinete se refugiaron en la campo militar marte en la ceremonia de elogios, condecoraciones y ascensos militares (marina y ejército).
Todo esto en vísperas y durante la realización de la Cuarta gran jornada de acción global por Ayotzinapa. Este día, 20 de noviembre, es emblemático para la conmemoración de la gesta revolucionaria de 1910; de esta manera, después de que por algunos días tres Caravanas de los normalistas y los familiares habían recorrido varias partes del país, se concentrarían en tres puntos simbólicos (plaza de las culturas en Tlatelolco, Ángel de la Independencia y plaza de la Revolución) para marchar junto con los cientos de miles de indignados mexicanos rumbo a la plancha del centro histórico de la Ciudad de México.
EL escenario
El escenario estaba preparado para el plan provocador, represor y escarmentador del narcoEstado mexicano (con aval por acción, aceptación u omisión de la mayoría de la clase política y la oligarquía mexicana, y con asesoría e intervención directa del FBI y la DEA norteamericanas "infiltradas" en los altos mandos de la marina, del ejército y de los cuerpos policíacos).
Escena 1
El 19 de noviembre a temprana hora Peña Nieto, su gabinete de seguridad y sus asesores se reúnen para ultimar los detalles del plan. Peña Nieto personalmente da las instrucciones precisas y contundentes y pide acatarlas por el bien de su proyecto de "salvación nacional" ante el embate de los desestabilizadores (anarquistas, marxistas, terroristas, guerrilleros, conspiradores, etc.) de toda calaña. Manda con sigilo y presteza girar órdenes a todos los mandos policíaco–militares (particularmente estado mayor presidencial, batallones del ejército y la marina en el DF, y cuerpo de granaderos para tareas especiales) de que lleven a cabo coordinadamente y puntualmente el plan, señala que todas las autoridades (políticas y judiciales) están de acuerdo y avisadas y que Miguel Ángel Mancera ha colaborado entusiastamente con él y ha puesto a su total disposición a sus subordinados; especialmente destaca el papel que tendrán la PGR (Procuraduría General de la República) Y PGJDF (Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
Escena 2
Es el inicio de la represión anunciada. El día 20 de noviembre por la mañana. Se ven por varias de las avenidas de la ciudad de México algunos camiones del ejército mexicano repletos de militares vestidos de civil y embozados listos para actuar, se dirigen a las inmediaciones del Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM), donde se preparan para actuar violentamente infiltrándose a un contingente de aproximadamente 100 jóvenes que intentaban bloquear los accesos al Aeropuerto; hay varios enfrentamientos entre estos grupos con piquetes de policías-granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF). Éstos repelen a los embozados y golpean, maltratan y apresan "selectivamente" a jóvenes implicados y no implicados en los hechos7.
Escena 3
Entrando la noche, los contingentes de la multitudinaria y combativa marcha llegan masivamente a la plancha del zócalo, siguen incansables coreando sus consignas "Fue el Estado" y "Fuera Peña Nieto". A mitad de la plancha los festivos manifestantes queman un enorme monigote con la efigie del ocupante de los "Pinos". En el templete principal los familiares y compañeros de los estudiantes desparecidos de Ayotzinapa denuncian que el país está plagado de fosas clandestinas, que el gobierno sabe dónde están los 43 normalistas, de que están decididos a cambiar de una vez por todas el país, de que si Peña se dice facultado para usar la fuerza pública el pueblo también tiene facultades y de que invitan a los asistentes a que se retiren a sus casas tranquilamente a meditar que pasos hay que seguir para que la lucha se fortalezca.
Mientras los cansados pero no agotados familiares van saliendo de la plancha ya pasadas las 8 de la noche; los cuerpos represivos civiles y militares, previamente drogados y adiestrados de cómo actuar, se alistan para actuar la siguiente parte del plan. Un grupo de jóvenes que se decían "anarquistas", la mayoría nuevamente embozados (eran casi los mismos de la escena 2), comienzan a remover las vallas metálicas que resguardaban el acceso al palacio nacional, a pesar de los gritos insistentes de la mayoría de los manifestantes asistentes que todavía quedaban de "no a la violencia "y "fuera provocadores"; los embozados arrojan objetos incendiarios, botellas, cohetones y piedras contra los elementos del Estado mayor Presidencial y granaderos de la policía federal que se encontraban apostados afuera de los accesos del palacio nacional8. Éstos estuvieron respondiendo (también bajo los estímulos de las drogas) por un buen rato intermitentemente con chorros de gases pero no avanzaban, fue hasta que se lanzaron dos bengalas al aire (cerca de las 10 de la noche) como señal del inició de la operación "barrido" que los granaderos se lanzaron indiscriminadamente contra todos las personas (manifestantes o no, incluidos periodistas, vendedores, comensales de restaurantes, niños y personas mayores) que estaban en el zócalo y sus alrededores, toleteando, pateando, golpeando, aplastando, gaseando y deteniendo "selectivamente" a los jóvenes "sospechosos". Varias de las personas agredidas que pidieron auxilio a las camionetas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal apostadas en esas calles fueron ignoradas a propósito.
Los policías hasta donde se sabe no desaparecieron a los detenidos, pero los concentraron al lugar previamente acordado: la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delincuencia Organizada (Seido).
Escena 4
Durante todo el 20 de noviembre Peña Nieto recibía información de los operativos del plan, media hora antes de la medianoche finalmente recibió el reporte final que fueron a notificarle personalmente los mandos superiores militares, marinos y policíacos incluido el jefe de la SSPDF. Todo había salido conforme al Script, Peña Nieto hizo dos llamadas rápidas primero al embajador norteamericano para darle la buena nueva y luego habló con Mancera para felicitarlo por su cooperación, éste le dijo que estaba a sus órdenes y se alegraba por el escarmiento; posteriormente buscó a Angélica para darle la noticia y juntos se fueron a dormir muy satisfechos, pues –dijeron- parte de su orgullo herido comenzaba a recuperarse.
A esa misma hora los infiltrados militares vestidos de civil que participaron embozados en las refriegas ya roncan plácidamente en sus habitaciones después de haber cenado opíparamente.
Escena 5
El 21 y 22 de noviembre, los 31 detenidos están en los separos de la SEIDO, la PGR de Murillo Karam a partir de las acusaciones de los policías-granaderos represores (y a éstos ¿quién los puede acusar, enjuiciar y castigar?) les fincan en colaboración estrecha con la PGJDF un catálogo de delitos "aplicando todo el peso de la ley" (dice más que satisfecho el procurador) como: ataques de la paz pública, portación de objetos aptos para agredir, ultrajes a la autoridad, daño en propiedad ajena, lesiones; y especialmente a 11 de ellos (7 varones mexicanos un chileno y 3 mujeres) se les imputa terrorismo, homicidio en grado de tentativa y delincuencia organizada, pero finalmente se les consigna por asociación delictuosa, motín y homicidio. Se les remite al Centro de Readaptación Social 5 oriente en Villa Aldama Veracruz y a las mujeres al Centro Federal Femenil Noroeste Tepic Nayarit.
A ninguno de ellos y ellas se les respetaron mínimamente sus derechos humanos pues todas les detenciones fueron arbitrarias pero "selectivas" (ser joven y traer mochilas, usar tenis, tener el pelo largo, etcétera). Fueron no sólo agredidos y golpeados sino también incomunicados, amenazados y torturados. Además los propios encargados de los procesos, los agentes ministeriales del Ministerio público de la Federación señalaron que por órdenes de "muy arriba" les sembraron esos graves delitos; todo conforme al Script del escarmiento ejemplar.
Las comunidades de las escuelas y de los lugares de donde provenían lo manifestantes pacíficos que las policías tomaron como "chivos expiatorios" se movilizan, por las redes sociales se llama a nuevas protestas para sacarlos de los centros de disciplinamiento. Por el lado de los inquietos y rebeldes de la sociedad en vez de miedo crece la rabia pero ahora recorre con más claridad las necesidades de avanzar en la autodefensa y la precaución colectivas, y en generar otras maneras más organizadas de lograr los objetivos inmediatos: ¡libres y vivos se los llevaron, libres y vivos los queremos! y ¡fuera Peña, fuera Mancera, fuera todos!
Escena 6
Los días siguientes vienen los cínico discursos re-legitimadores del orden social re-establecido: a) para generar la percepción que los responsables de la inseguridad del país no son los del Estado sino los que protestan; b) para justificar sus violencias y arbitrariedades amparados en el estado de derecho burgués; y c) para –según ellos– abonar a que Peña Nieto y todos los poderes legales y fácticos del Estado-gobierno tengan un respiro e impongan " nuevos pactos cupulares engañabobos" y "nuevas medidas placebas"
Veamos cuatro ejemplos. El Jefe de Gobierno del DF Miguel Ángel Mancera: "Sihay violencia la Policía responderá" (¡clap, clap, clap!) El secretario de gobernación Osorio Chong: "Jamás será la violencia vía para obtener justicia" (¡clap, clap, clap!). El elocuente secretario de Marina Castro Soberón: reprobó los actos violentos protagonizados por encapuchados, que son grupos minoritarios "mezquinos" que generan violencia y destrucción . Soberón dijo que ante la situación que vive el país, están dispuestos a combatir la ilegalidad y hacer cumplir la ley y el orden pues es lo que en estos momentos los mexicanos demandan. Finalmente Indicó que las Fuerzas Armadas respaldarán las firmes decisiones del presidente Enrique Peña Nieto para consolidar su proyecto, que es "mover a México"9 (¡super claps, claps, claps!).
El Director de la policía del DF Rodríguez Almeida: "Felicito a mi personal por el trabajo demostrado, por el gran valor, gallardía, responsabilidad y sobre todo porque restablecieron el orden público le guste a quien le guste" (¡super sic!)
A manera de conclusiones
Como en todos los represores encumbrados en el poder habidos en la historia, la alharaca discursiva en torno a la legitimidad de la violencia estatal y luego el paso justificatorio de la represión planeada para inhibir las protestas sociales reflejan un perfil pusilánime y cobarde. Peña Nieto desde que fue gobernador en el Estado de México mostró y demostró ese perfil. Siendo candidato presidencial en el 2012, ante la pregunta cuestionadora de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana sobre su papel y su responsabilidad en los hechos de Atenco en 2006, sin ambages declaró que él había sido el que había tomado la determinación de usar todo el peso de la fuerza pública para mantener el orden, es decir, justificó ante la comunidad escolar y los medios que se encontraban en el auditorio su actitud represiva. En esa ocasión los estudiantes lo interpelaron, lo increparon y lo abuchearon ante tal descaro, así tuvo que salir por la puerta trasera y refugiarse con sus guaruras en los baños. Pero en su mentalidad la represión es recurso válido y ni importa si en Atenco se hayan violentado derechos humanos: detenciones arbitrarias, violaciones sexuales, daños físicos, golpes, torturas, encarcelamientos ejemplares. Si Peña Nieto lo hizo como gobernador y lo defendió públicamente como método impositivo como candidato del PRI en aquella ocasión (11 de mayo de 2012); obviamente bajo la situación actual justo antes de que cumpla 2 años de mandato, bajo situación de acorralamiento múltiple y objeto del repudio popular con la quema simbólica de su monigote en el zócalo, lo vuelve a utilizar con esta modalidad: se atrincheró tras los costados del Palacio Nacional y con su operación «barrida» intentó arrasar con sus cuestionadores, no con los provocadores embozados infiltrados, sino con los que se atrevieron a hacerlo cenizas.
Lo necesitaba volver a hacer, pues ya no le quedan muchos recursos, pues sus iniciativas antes de nacer aparecen desgastadas y pocos efectivas de enderezar la legalidad y la legitimidad perdidas. Pero requiere mandar señales de fuerza estatal para intentar recuperar un mínimo de credibilidad ante los poderes neoliberales internacionales y nacionales que lo impusieron. Recurrir a la represión y a cerrar filas represivas en los aparatos idem del Estado era la manera de infundir miedos y amedrentamientos a las movilizaciones populares. Ahora piensa que las demás medidas simulatorias que vienen en los próximos días-meses (administrativas, políticas, etcétera) podrán asimilarse o digerirse más fácilmente.
Corazas duras y corazas blandas para encubrir ausencias de cerebro y corazón sus ineptitudes, sus desprestigios desmoronados y sus falsas salidas solucionadores de los graves problemas nacionales. Su reformas neoliberales de segundo ciclo y sus desplantes son ya inaguantables.
Como el PRD, el gendarme Mancera ha traicionado a sus votantes en el Distrito Federal que votaron por un gobierno de izquierda y progresista que los defendiera de los embates del neoliberalismo no que los dejara a la disponibilidad de las formas represivas de la que él mismo contribuyó. Él ha sido cómplice voluntario pero trata de moderarlo al reconvenirle a Almeida de que no sea tan descarado: la represión una vez hecha no se elogia, se camuflajea, le dice.
Así pues con la trampa del 20 de noviembre se cierra la doble pinza del Estado represor: Peña Nieto y su fiel colaborador Mancera.
¡La historia los juzgará, más temprano que tarde!